domingo, 16 de diciembre de 2012

Cuando los checos inventaron la polca

 

El post de hoy está dedicado a la polca más famosa de todos los tiempos: "Škoda lásky", de la que se han hecho numerosas versiones en espaňol y en casi todas las lenguas europeas: "rueda el barril", "soy de Santurce", "Rosamunde", "Beer barrel polka", etc...

La polca (en checo "polka") no es un baile de origen polaco como podría parecer a simple vista (y como figura en el diccionario RAE sin el más mínimo pudor). Es un baile que se originó en Bohemia hacia 1830. En la actualidad es el baile nacional de la República Checa, aunque existen numerosas polcas alemanas, polacas, eslovacas...

El grupo Burčáci tocando una polka en
las fiestas de Veverská Bítýška (en Moravia)

Se trata de un baile animado, que se baila en parejas y cuyo compás es siempre 2/4. La ventaja de este baile, y al mismo tiempo, la razón por la que se hizo tan popular es que permite la combinación de distintas figuras o pasos tomados de otros bailes, por lo que resulta muy poco repetitiva.

De cuerdo con la leyenda, los pasos básicos los inventó una chica llamada Anna Chadimová (1805-1884) de "Kostelec nad Labem". Según esto, la joven bailaba mientras limpiaba en la casa donde servía y cantaba la canción "Strejček Nimra".
Sin embargo, las teorías más academicistas rechazan esta leyenda. Muchos afirman que este baile se llamó originalmente Maděra, pero como tiene un ritmo en dos mitades (poloviční ritmus) se empezó a denominar půlka, y después polka (del checo půlka, que significa mitad [advertencia: en checo es muy frecuente la alternancia ů-o]). Otros afirman que el nombre fue tomado por simpatía hacia los polacos, que en aquellos tiempos se habían levantado en armas contra los rusos (1830).

Otras fuentes indican que el nombre fue puesto en honor a la cantante polaca Esmeralda. Esta teoría no parece tan absurda si tenemos en cuenta que en honor a ella se compuso la primera polca escrita de la que se tiene constancia (Esmeralda (1835) de František Matěj Hilmar).

La polca se difundió muy rápido por toda Europa, hasta el punto de que en la década de los 40 del s. XIX era ya considerada un baile de salón habitual en París y Viena.

Pero una polca en particular adquirió un protagonismo especial, la ópera de Jaromír Vejvoda, llamada Škoda lásky (se conocen en la actualidad más de 30 versiones).

Vía | Mundo Checo

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